El archivo de autor como rescate de las historias menores.
Paloma Molina San Martin
Antropóloga con estudios en Historia del Arte y Archivística
Como ya se ha mencionado, este archivo surge por el interés de conformar un repositorio de la obra del artista y Premio Nacional 2003, Gonzalo Díaz Cuevas, desde una mirada curatorial multidisciplinaria donde confluye la historia y teoría del arte, la etnografía y la archivística. Planteamos un archivo curatorial vivo donde el objetivo está puesto en identificar y sistematizar el trabajo de un artista, considerando no solo la obra como tal, sino todo lo que pueda ser considerado parte de su historia y que consideramos como la Biografía de la Obra.
En una primera instancia este ejercicio archivístico buscó identificar las obras que han participado en diferentes exposiciones, ya que lo consideramos como un hecho fundante, pero durante las conversaciones y entrevistas desarrolladas en este periodo de investigación consideramos que no solo son importantes aquellas obras que han sido parte de alguna exposición, ya que algunas que no han sido expuestas o que no lo fueron en su momento, hoy forman parte de importantes colecciones públicas y privadas, cuestión que las dota inmediatamente de un carácter patrimonial, por lo que se hizo necesario incluirlas. Es así como el acervo de ese archivo se constituye en gran parte por obras exhibidas y las que podríamos llamar “inéditas”, formando un conjunto que permite comprender de mejor manera el imaginario de este artista.
Fue así, como reunión a reunión, se construyeron los criterios de este archivo, el que se fue poblando de registros que van mostrando la extensa trayectoria de Gonzalo, pero que también nos va adentrando en la historia reciente del arte nacional a partir de personajes, galerías, exposiciones y bienales. Es aquí donde este archivo, pese a estar concentrado en una persona, se vuelve colectivo, ya que no solo se refiere a Gonzalo Díaz sino que a una escena mayor.
Son estas relaciones las que han sido destacadas por las teorías archivísticas post custodiales, donde se plantea que es posible enriquecer la historia hegemónica a partir del rescate de historias menores. En este sentido, describir y vincular las obras de Gonzalo Díaz, nos acerca a grandes bienales y reconocidos museos internacionales, también nos permite conocer técnicas constructivas propias de oficios en extinción y por último, se mencionan diferentes personajes, como técnicos o galeristas que son parte de la escena artística nacional. Esto sin duda enriquece y democratiza el relato de la Historia del Arte.
De ahí que esta mirada interdisciplinaria concibe al ejercicio documental, como una posibilidad de enriquecer la historia del arte nacional mediante la mención de nuevos personajes, obras, técnicas y circuitos, que dialogan con los ya consagrados.
Por otra parte, resulta significativo mencionar que el archivo de Gonzalo Díaz, no solo está poblado de sus grandes obras, sino también de otras que son “fallidas”, como el mismo artista las llama. Las abundantes sesiones de trabajo dieron pie para una interesante y próspera reflexión respecto de las tipologías de obras, lo que esperamos poder materializar en un futuro próximo. Este ejercicio de categorizar, muchas veces invitaba a Gonzalo a querer dejar fuera aquellas obras fallidas o no documentadas, pero la mirada curatorial de este archivo lo invitó a no claudicar ante la utopía del documento en high definition.
Finalmente, este archivo no sólo monumentaliza la trayectoria de este artista sino que la acerca y desmitifica.